Continuación: Jornadas Andaluzas de Podología

Cogí el programa y entraba en aquellas conferencias que me podía interesar. El nivel, tirando para abajo. No por nada, sino que parece que esto se a convertido en una retroalimentación entre profesores y alumnos mas aventajados. Lecturas y revisiones biográfica de lo que ya esta escrito.
Creo que faltan, en estas jornadas, profesionales con experiencias clínicas. Donde demuestren y hablen de sus talantes en la práctica diaria.

Virginia Novel se lucio con su conferencia magistral. Esta claro que tiene que ir mucho por Madrid porque cada vez tiene menos acento catalán. Expuso la historia de la podología desde sus orígenes y aporto datos curiosos y bibliográficos, originales. Se apoyó en conceptos estructurales del pensamiento moderno. Gusto, aunque es un tema que puede aburrir, consiguió despertar el interés de los allí presentes.
Llegó la hora de los homenajes y condecoraciones. Se sentaron, frente al estrado, dos filas de unas 20 personas, todas relacionadas con algún cargo en el Colegio de Podólogos andaluz, durante estos últimos años. Decían su nombre y se le colocaba una insignia de oro. Eche en falta a Pepe Carmona y a Cifuentes.



Después venia dar una insignia de plata a todos los Colegidos de hace diez años. Fulanito, decía por el micrófono Elvira Bo..., y subía le daban el escudito, el padre de Elvira, Jorge, el presidente o Virginia. Meganito, igual. Aplausos, si conocían al que subía, generalmente a un profesor, los alumnos allí presente, aplaudían. O silencio, si nadie sabía quien era. Yo, veía que pasaban todos los apellidos, desde la “r”, después la “s”, siguió con otra letra, hasta que se callo y paró de nombrar. Sorprendido y mosqueado. ¡Joe y a mi no me nombra! Me acerque al estrado, y desde mi posición bajo el atril, mire hacia arriba y dije: ¡Elvira! ¿... y a mí me nombra? Puso cara de circunstancias, como si le hablara en chino. Empezó a mirar la lista de arriba abajo, cambio de hoja. No sabia que decir. Bueno ahora te nombro. Creo que para disimulrar, dijo antes otro nombre mas y finalmente el mío. Subí a recoger la insignia, me la dio Virginia, me dio un abrazo y me dijo una frase agradable. Salude a Jorge y a Claudio Bonilla. A este ultimo, le pedí en plan de broma, que me diera otra insignia para mi hijo. Se quedo cuadriculado y no supo que contestarme.

No fui a la comida de trabajo. Y menos mal. Me dijo la letrada del Colegio que lo que habían puesto de primero era un puré de garbanzo con acelgas. Basta, no me cuente más. Le dije. Junto a mi amigo E. Mellado (que es un gran grumet) y familia, después de preguntar en la cafetería del hotel por un buen restaurante, no dirigimos busca de Casa Clara, pero estaba todo reservado. La otra opción era Cambados. Ahí si había mesas. Todo a base de pescados y mariscos. Entremeses pulpo a la gallega, mejillones con vegetales y langostinos de Sanlucar, un pescado plancha, postre, café y copa. Invitó mi amigo.


La primera tanda de conferencias de la mañana del sábado, trataban sobre aspectos estadísticos, la segunda estaban orientadas a la exploración y biomecánica. El moderador era Guillermo Fuentes. Uno de los ponentes, un profesor de la Escuela Miguel Hernández de Alicante, expuso un tema muy simpático con unas cartas de pocker, “Valoración de la eficacia del mecanismo de Windlass por medio del test de naipes. Otras ponencias sobre el pie cavo, creo que sin aportar novedad alguna. En la ponencia de patomecanica del Hallux Limitus, creo que se olvido de la condición de la morfología de la cabeza del metatarsiano. El moderador de la mesa de la tarde no se presentó. Le pregunte al profesor Juárez y me dijo que se había disculpado, pero que no sabia quien era. Lo peor, cuando el ponente esta en su salsa, en puro éxtasis de su ponencia, y sale una voz por los altavoces: “le quedan tres minutos”. Entonces el ponente, pisa el acelerador, y termina su charla como las películas de Charlot. A toda velocidad

Tuve ocasión de intercambiar impresiones sobre las enmiendas presentadas en el Senado. Por lo general, los presidentes están tranquilos. Yo les seguía planteando mis dudas. En una de estas, puse en duda a Barcenilla, le bastó poco tiempo para ir a consultarlo en Internet y asesorase con un abogado. Tanto con el presidente del Colegio de Castilla-La Mancha, como con Alfredo Martines, presidente del Colegio de la Comunidad Valencia, tuve la ocasión de mantener intercambios de impresiones y pasar un rato muy agradable. Ya conocía a Francisco Manuel López Barcenilla, que es una excelente persona, y creo que esta llevando muy bien el tema de la podología en su comunidad. Al que no conocía es Alfredo Martínez Calderón, presidente del Colegio de la Comunidad Valenciana, del que me lleve una grata impresión. Eso es bueno. También vi por allí al presidente del colegio madrileño, pero no pude hablar con el.
Vi a muchos compañeros que solo fueron a recoger la insignia y entrar la exposición comercial. En resumen una jornadas con un ambiente de tirantez entre las distintas familias podológicas. Me quedo con estas palabras de Virginia: “unidad entre todos, ahora mas que nunca”

El PP se gana a pulso el rechazo de los enfermeros

Máximo González Jurado acusa a los populares de "poner zancadillas" a lo largo del proceso de tramitación del Real Decreto. El compromiso inicial de que el PP no iba a presentar enmiendas durante la tramitación del Real Decreto en el Senado, después de que esta formación se abstuviera de forma sorprendente en el Congreso. Abrió de nuevo el debate en el Senado, con el fin de extender la autorización de la prescripción de fármacos a otros grupos profesionales, aparte de médicos y odontólogos.
Los populares "han conseguido el objetivo, que era bloquear la prescripción enfermera" de forma temporal, porque ninguna de estas enmiendas presentadas por grupos minoritarios en la Cámara alta serán aprobadas. En opinión de los enfermeros, y el texto consensuado con el resto de formaciones saldrá adelante sin modificaciones.