lunes, 12 de octubre de 2009

Satisfacción postcongreso de Podología


Aunque llegué un poco tarde, a la sede del Congreso, cosas de Vueling, nada mas hice entrar en el Palacio de Congreso, sentí un ambiente de alegría y buen rollo. Salude a Claudio Bonilla que presentaba una sonrisa que le ocupaba toda la cara, también a su esposa, un poco mas adelante salude a Virginia, me recrimino por haber llegado tarde, a muchos compañeros que iba saludando a medida que iba avanzando. El salón estaba repleto de congresistas y autoridades. Casi nadie se puede explicar el éxito tan tremendo del 40º Congreso. Más de 1200 persona según recoge la crónica de E.Bonilla.


La misma Marina Geli se quedó sorprendida por el poder de convocatoria de la podología. Durante el acto de inauguración hubo momentos emocionantes. Desde el reconocimiento del error de no haber metido a los podólogos como prescríptores desde un primer momento y la concreción, de que pronto veremos antes de navidad, aprobada la nueva redacción de la enmienda a la ley sobre uso racional del medicamento en la que se especifica que médicos, podólogos y odontólogos podrán recetar fármacos. Pilar Grande se disculpo por no poder acudir al acto, pero hubo representantes de todas las instituciones, desde el Ministerio de Sanidad, rector de la universidad, la representante de Ciu en la Comisión de Sanidad y la Consejera de Sanidad de Cataluña.

El trato y la relación, tanto afectiva,  como de complicidad, quedo de manifiesto entre Virginia Novel y todas las autoridades sanitarias. Estaba claro el buen rollito de nuestra presidenta y las máximas autoridades sanitarias del país, como lo de muestran las fotos. Nos hemos quedado todos, el primero yo, con la coherencia racional de Virginia y los logros –con prudencia- conseguidos.

3 comentarios:

  1. La verdad es que con las hostias que le habeis dao a Virginia,hay que reconocer que rectificar es de sabios, y que tu y otros estais reconociendo el trabajo de Virginia por la podologia, tan bien hecho, desde vuestros blogs.....Y lo de la prescripcion: cojonudo. Enhorabuena a todos nosotros los podólogos, y a los organizadores del congreso felicitaciones desde aquí por el rotundo éxito.

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  2. El cuadragésimo congreso nacional de Podología

    Pues sí, mucha gente; y también sí, muchos representantes profesionales alegres. El lugar del congreso para mi gusto, muy bien, “descentrado” y por ello mejor para quien quisiera asistir a lo científico, pues no es tan sencillo “distraerse” con los atractivos de una de las poblaciones más bonitas de la península.

    Para presentar mi aportación a este congreso he dedicado algo cercano a dos meses en una asignación, pongamos, de una hora diaria. He intentado rescatar del baúl un tema inédito que tuviera interés para un grupo de colegas entre quienes se acercan a la sala de conferencias, y que sugiriese temas para pensar de vuelta a la consulta de cada quien. He intentado producir incertidumbres en las maneras de trabajo de algunos, y excitar la imaginación por si mis estímulos son capaces de modificar conductas para hacer mejores profesionales. He pretendido trascender, influir, modificar, en resumen, dar a mis colegas algo de aquello que ellos hayan podido venir a buscar de mis minutos de micrófono.

    A quien quiera que me pregunta suelo responder que yo lo hago por satisfacción personal, directamente “por ego”, por estar en el “candelabro” que dijera alguien. Soy depositario de una selecta tradición y me debo, como quien me enseñó mis primeros pasos, a mis compañeros. Así lo entiendo yo.

    Me ha disgustado el trato dispensado a los ponentes, o por precisar y para no herir susceptibilidades, el dispensado a este ponente, como muestra del que se le pueda “regalar” a los demás. Me explico, cada vez, en cada congreso, veo que los ponentes han de considerarse satisfechos por el hecho de serles permitido hablar a los congresistas. Atrás quedan las atenciones a quienes realmente hacen que funcione la razón principal de un congreso, y que no es otra cosa que la transmisión del conocimiento.

    Nos han despachado con un relojillo de dos euros como motivo de recuerdo a quienes han sufrido de insomnio preparando su comunicación, nervios incontrolados en ocasiones, balbuceos, ritmos de la pierna... y todas esas muestras externas de sufrir la “puesta en escena” ante los compañeros. Y a la vuelta a casa, lo único físico que les acompaña como testimonio ante la familia y pacientes es un reloj miserable propagandístico, vamos, igualito que el “boli” que te dejan en la mesilla del hotel. Por cierto, y de nuevo me veo en la vergonzosa obligación de aclararlo: Yo he pagado mi habitación de hotel y mi transporte hasta Barcelona, igual que todos y cada uno de los congresistas, supongo. La diferencia entre escuchar desde las butacas o someterse al juicio de los compañeros en el atril, es el coste de la inscripción al congreso. No se me ha pagado nada más, lo digo porque la duda o equívoco continúa presente.

    Hace años me regalaron en la misma sede del Congreso Nacional una preciosa “Plantilla de oro” minúscula, y que considero y mimo como uno de los más preciados obsequios que se me hayan podido ofrecer. Como dijera Cicerón “O tempora, o mores”

    Les dejo, voy a llamar a Barcelona a ver dónde tengo que buscar la certificación de haber “comunicado” pues no la tengo aún. Y de paso les aclararé que aunque me hayan preguntado dos veces por teléfono si estaría en la comida de trabajo, nadie me dijo que tuviera acceso a la misma, en fin, nada es lo que fue, y esto es malo para los que quieran meterse después en la dinámica de “compartir” con los asistentes, no les parece?

    aycart@ortocen.com

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  3. La pela es la pela.Si hacemos obsequios caros no hay provecho ninguno,no se ofendan y piensen que las "maras" centroamericanas dicen que lo que otros juzgan delincuencia para los "mareros" es simplemente un negocio.Si regalamos Montt Blanc,¿qué ganancia hay?,en fin,es lógica cervantina.Abrazos corruptos.

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